ajax-loader-2
Francesc-Marc Álvaro | Entre el papa i la mama
4543
post-template-default,single,single-post,postid-4543,single-format-standard,mikado-core-2.0.4,mikado1,ajax_fade,page_not_loaded,,mkd-theme-ver-2.1,vertical_menu_enabled, vertical_menu_width_290,smooth_scroll,side_menu_slide_from_right,wpb-js-composer js-comp-ver-6.0.5,vc_responsive

23 ene 2012 Entre el papa i la mama

No hay entusiasmo, sólo resignación. Salga quien salga elegido al frente del PSOE en el 38.º congreso federal, da la sensación de que la militancia no podrá hacer ni un acto de fe, sólo un acto de supervivencia. Alfredo Pérez Rubalcaba es un profesional del poder que tiene solvencia pero que representa una especie de felipismo vintage de urgencia, mientras que Carme Chacón es una profesional de la imagen que tiene experiencia ministerial pero que evoca inevitablemente los desbarajustes de la era Zapatero. Los delegados deben escoger entre un pasado que se pretende intemporal y un futuro que ha envejecido a la velocidad de la luz. O un liderazgo basado en el conservadurismo previsible de un servidor del Estado o uno basado en las gesticulaciones de quien confunde los eslóganes de los indignados con la reconstrucción de la socialdemocracia. Desde un punto de vista narrativo, la batalla tiene atractivo. Para el ciudadano, muy poco.

Los males del socialismo español son los de la socialdemocracia europea y también los de una manera de hacer política que confundió el relato prefabricado con la realidad. Zapatero llevó el paradigma de la gobernanza posmoderna hasta el límite de negar la verdad obstinadamente hasta que los efectos directos de la realidad fulminaron su guión y, entonces, su credibilidad se disolvió en el vacío de las alarmas generales y el vértigo de la emergencia. No quiero amargar la fiesta a nadie, pero me parece obligado recordar que Rubalcaba y Chacón formaron parte protagonista de esa política oficial que resultó nefasta para la sociedad española, y que la defendieron y la sirvieron sin manías hasta el último minuto. En un país democrático menos anormal que España, esta estrecha relación de los dos aspirantes con una etapa tan desgraciada los inhabilitaría para presentarse como la solución a los problemas de su organización. En este sentido, la ausencia de autocrítica pública por parte de los dos contendientes es escandalosa. El sentido común aconsejaría buscar el futuro entre dirigentes del PSOE que no se hubieran quemado de manera tan evidente en una gestión tan errónea y de efectos tan devastadores.

¿Cómo será el PSOE de Chacón? ¿Y el de Rubalcaba? No lo podemos decir porque en estas primarias no se habla mucho de nada sustancial que pueda interesar a la población en general. Todo consiste en elegir entre papá y mamá, a ver quién te hace más gracia. La prueba es que los socialistas catalanes han decidido apoyar a Chacón y no queda claro si eso es por su condición de catalana, de mujer, de joven, de presuntamente federalista, de gran defensora silente de los intereses de Catalunya en el anterior Gobierno central, o porque tiene al lado un personaje tan comprensivo con la España plural como Borrell, un resucitado. Estamos ante una prueba más de la desconexión del PSC de la sociedad a la que quiere interpretar y representar.

Etiquetas: