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Francesc-Marc Álvaro | L’alcalde de Manacor
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15 jun 2012 L’alcalde de Manacor

Antoni Pastor, alcalde de Manacor, encarna hoy el sentido común en Mallorca y en el conjunto de las Españas. La dirección del PP le ha suspendido de militancia porque él, que también es diputado en el Parlamento autonómico y presidente del partido en su localidad, está en contra de la nueva ley de Función Pública que ha aprobado el Gobierno de las Baleares, presidido por el también popular Bauzá. A raíz de esta ley, la lengua catalana dejará de ser un requisito para poder trabajar en la Administración y será sólo un mérito, eso es un ornamento de tercera, una tumba folklórica del idioma. ¡Una lengua oficial que los funcionarios no estarán obligados a conocer!

Como es evidente, este cambio legislativo generará mucho problemas: los catalanohablantes de les Illes se encontrarán, a partir de ahora, funcionarios que les podrán soltar que no entienden ni tienen ninguna obligación de entender la lengua del país. Con este cambio de norma se rompe el consenso sobre materia lingüística que ha funcionado en las Baleares durante más de veinte años. Eso, entre otras cosas, diferenciaba el PP mallorquín -más centrista y moderado- del PP valenciano. Bauzá ha levantado esta bandera, en contra del criterio de muchos cargos y militantes populares isleños. Es fácil ir contra el más débil.

El alcalde Pastor se ha plantado y, en vez de decirlo en privado, se ha negado a abonar con su voto esta política que quiere convertir en residual e irrelevante la lengua catalana en las Baleares. Una política que podemos calificar de colonialista (el funcionario forastero puede ser el amo y puede despreciar al indígena y a su cultura) y que hiere los sentimientos de muchos mallorquines, menorquines e ibicencos, votantes y no votantes del PP. De momento, la mayor parte de sus concejales le apoya, como también los habitantes de Manacor. El compromiso de este político con su gente y con la realidad de donde proviene merece apoyo y aplauso. Es un buen ejemplo.

Jordi Basté entrevistó a Pastor ayer por la mañana en RAC1. Pudimos escuchar palabras tranquilas y llenas de seny y coherencia. El alcalde de Manacor se preguntaba cómo podría hacer bien su trabajo un funcionario que no conociera la lengua que hablan aquellos a quienes precisamente debe servir. Es una pregunta definitiva, pertinente y demoledora. También remarcó que es el PP y no él el que ha cambiado radicalmente de orientación en este asunto tan delicado. Supongo que por eso -y porque no está solo- ha decidido no abandonar sus cargos institucionales y seguir trabajando desde la alcaldía y el Parlamento.

Hay una política que construye y una que destruye. Pastor contra Bauzà, el sentido común contra el odio y el resentimiento. La democracia necesita todavía a muchos alcaldes Pastor para frenar a los Bauzá de turno.

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